Francia es una nación históricamente innovadora en el ámbito de la salud, pero tiene que hacer frente a la evolución cada vez más rápida del sector. El país intenta mantenerse en la carrera, sobre todo a través del plan "Innovation Santé 2030". El objetivo es convertir a Francia en el país líder en innovación sanitaria de Europa.
Francia se beneficia de importantes bazas para la innovación en el ámbito de la salud: una importante historia y producción científica, una larga tradición de investigación clínica, una amplia red de estructuras hospitalarias universitarias, una buena capacidad de formación, un entorno favorable a las start-ups así como a las empresas de alcance internacional establecidas en su territorio.
Pero el país también se enfrenta a retos estructurales y estratégicos: la disminución de los presupuestos públicos de investigación, los engorrosos procesos administrativos, la necesidad de aunar investigación y asistencia, pública y privada, los déficits de producción y la transformación general del sector sanitario a través de la tecnología digital.
Presentado a finales de junio de 2021 por el Presidente de la República, el Plan de Innovación Sanitaria 2030 intenta dar respuesta a estas cuestiones. El conjunto de medidas se beneficiará de un presupuesto de 7.000 millones de euros, con la ambición de "convertir a Francia en la nación europea líder en innovación y soberanía en materia de salud".
Impulsar la investigación biomédica
En primer lugar, pretende reforzar la investigación biomédica francesa apoyándose en grandes organismos comoel Inserm, el CNRS y las universidades. Para salvar la brecha entre la investigación y la asistencia, la falta de inversión en infraestructuras de investigación y la falta de atractivo de las carreras, el Plan Innovación 2030 se centra en la creación de centros de excelencia.
La ley de investigación ya prevé 25.000 millones de euros de inversión de aquí a 2030, parte de los cuales se destinarán a la investigación biomédica. Con un presupuesto adicional de 1.000 millones de euros, el Plan de Innovación propone cinco acciones concretas en favor de la investigación:
- Relanzar y consolidar la política de centros de investigación sanitaria, apoyando la creación de seis centros deexcelencia y tres bioclústeres de dimensión mundial.
- Apoyar proyectos integrados de investigación sanitaria, en particular con la participación de hospitales universitarios, laboratorios de investigación y socios privados.
- Reforzar el despliegue de infraestructuras de investigación sanitaria, cohortes y biobancos y garantizar nuestra soberanía en materia de investigación preclínica.
- Atraer o mantener en el territorio a jóvenes investigadores del más alto nivel internacional concediéndoles un presupuesto para crear su laboratorio.
- Poner en marcha nuevos programas de formación inicial y continua, especialmente en el ámbito digital, para apoyar los cambios en la investigación y las industrias sanitarias.
Invertir en sectores prioritarios
El Gobierno también tiene previsto invertir 2.000 millones de euros para apoyar las tecnologías emergentes. El primer ámbito al que se dirige es el de las bioterapias y la bioproducción de terapias innovadoras. Estamos hablando de medicamentos producidos a partir de organismos vivos gracias a las "biotecnologías" resultantes de la investigación fundamental avanzada. Estas soluciones terapéuticas representan un reto decisivo para los pacientes, pero también para la economía francesa y su soberanía sanitaria.
El segundo sector prioritario para Francia es la salud digital. Las nuevas tecnologías aplicadas a la sanidad pueden ayudarnos a afrontar los retos del país: el envejecimiento de la población, el desarrollo de enfermedades crónicas y la infradensificación de la medicina. Su aparición está transformando gradualmente las prácticas de los profesionales y los pacientes. Para favorecer la aparición de soluciones innovadoras y conquistar el mercado mundial, se han puesto en marcha varios programas públicos de gran envergadura, como el Ségur numérique, el Health Data Hub o el Campus PariSanté, recientemente inaugurado por el Primer Ministro, Jean Castex.
Racionalización de los procedimientos
El último gran componente de la estrategia francesa es la simplificación de la normativa. Tanto si se trata de investigación clínica como de autorizaciones de comercialización o reembolso, las autoridades prometen simplificar y acelerar los procedimientos. Al mismo tiempo, el plan prevé un acceso más fácil al mercado para las innovaciones, un marco estable y un apoyo financiero para la industria sanitaria, gracias sobre todo a la ayuda de Bpifrance, el fondo francés de soberanía tecnológica en materia de salud y la iniciativa Tibi.
El plan será impulsado y dirigido por la Agencia de Innovación Sanitaria, que debería crearse en 2022. Francia muestra así su ambición por el futuro de la investigación y la medicina. Está poniendo en marcha estrategias, mecanismos, estructuras y financiación para hacer frente a los retos sanitarios del futuro.
